dc.description.abstract | El estilo de vida sedentario es uno de los principales problemas a los que se
enfrenta la población actualmente. Los bajos niveles de actividad física se han
correlacionado con un mayor riesgo de padecer diversas enfermedades, lo que da
lugar a un incremento de las tasas de mortalidad y morbilidad. Teniendo en
cuenta este hecho, el confinamiento domiciliario provocado por la pandemia de la
COVID-19, el cual condujo a la población general a recluirse en casa por casi
nueve semanas, hizo más difícil que la población mantuviera sus niveles de
actividad física habituales, específicamente en poblaciones vulnerables como lo
son los pacientes con esclerosis múltiple. Esta situación generada de forma
sobrevenida provocó la necesidad de estudiar los efectos del confinamiento sobre
los signos y síntomas asociados con la esclerosis múltiple.
Por otro lado, la investigación previa ha demostrado, desde la década de los
80, el potencial del ejercicio físico sobre las personas con esclerosis múltiple. Así,
diferentes tipos de ejercicio, principalmente los programas de entrenamiento
aeróbico y de fuerza, se han establecido como estrategias válidas para mejorar la
fuerza muscular, la capacidad funcional o la movilidad. Sin embargo, el efecto de
estos tipos de entrenamiento o la dosis óptima de ejercicio para mejorar variables
de rendimiento neuromuscular, capacidad funcional o calidad de vida son
todavía desconocidos.
En este contexto, tampoco se conoce cómo influye la manipulación de
algunas de las variables de entrenamiento, como por ejemplo la intención de
mover la carga a máxima velocidad en el entrenamiento de fuerza, sobre las
variables neuromusculares y de calidad de vida en las personas que padecen
esclerosis múltiple. Así, es necesario controlar la estimación de la intensidad en el
entrenamiento de fuerza, otra de las variables que determina las adaptaciones
neuromusculares. El control de la intensidad en el ejercicio de fuerza se lleva a
cabo a través de una gran variedad de métodos, entre los que la repetición
máxima es el más extendido. Sin embargo, su cálculo directo presenta una serie
de desventajas, como el elevado tiempo que se necesita o la alta fatiga que
ocasiona, problemas que en las personas con esclerosis múltiple pueden adquirir,
si cabe, más protagonismo. Por ello, resulta necesario validar en esta población
otros métodos indirectos para el cálculo de la repetición máxima, como el que se
basa en la velocidad del movimiento.
Por otra parte, en los últimos años ha crecido el interés sobre otros tipos de
entrenamientos alternativos, entre los que destaca el entrenamiento vibratorio de
cuerpo completo. Este tipo de entrenamiento presenta menores percepciones de
fatiga y aporta beneficios neuromusculares a largo plazo, por lo que se convierte
en una modalidad de ejercicio interesante para las personas con esclerosis
múltiple. Sin embargo, los efectos agudos de este entrenamiento en esta población
no han sido estudiados. De forma añadida, y en búsqueda del entrenamiento que
conduzca a los mayores beneficios con la menor fatiga, la utilización de la
condición de hipoxia se presenta como una herramienta potencialmente
interesante. Por ello, la combinación de entrenamiento vibratorio y de la
condición de hipoxia podría ser eficaz de manera crónica, pero antes deben ser
estudiados sus efectos de manera aguda. Por ello, se planteó la presente tesis
doctoral que tuvo como objetivo general analizar el efecto del confinamiento, así
como los efectos agudos y las adaptaciones a diferentes tipos de programas de
ejercicio físico sobre el rendimiento neuromuscular y la calidad de vida en la
población con esclerosis múltiple.
En primer lugar, se exponen los tres estudios llevados a cabo durante la
pandemia de la COVID-19, en los que se examinaron las consecuencias del
confinamiento domiciliario sobre algunos de los principales signos y síntomas de
la enfermedad en población con esclerosis múltiple. Por otro lado, la tesis doctoral
incluye dos meta-análisis que analizan los efectos y la dosis óptima del
entrenamiento aeróbico y del entrenamiento de fuerza sobre variables
neuromusculares, de capacidad funcional y de calidad de vida en las personas
con esclerosis múltiple. Además, se examinaron los efectos agudos del
entrenamiento vibratorio en condición de normoxia e hipoxia sobre el
rendimiento neuromuscular, fisiológico y funcional en una muestra de personas
con esclerosis múltiple. De forma añadida, se implementó un estudio para validar
la velocidad de movimiento como método para la estimación de la repetición
máxima en esta población. Por último, se realizaron cinco estudios en los que se
analizaron los efectos de 10 semanas de entrenamiento de fuerza desarrollando la
fase concéntrica del movimiento a la máxima velocidad voluntaria sobre
diferentes parámetros neuromusculares, funcionales, de control autonómico
cardíaco y de calidad de vida en población que padece esclerosis múltiple.
Los resultados mostraron que nueve semanas de confinamiento
domiciliario provocó empeoramientos en la calidad del sueño, la capacidad
funcional, la ansiedad, la autopercepción física general, la activación voluntaria y
la espasticidad en los participantes con esclerosis múltiple. Sin embargo, las
propiedades contráctiles musculares, la actividad muscular durante una
contracción máxima, la fuerza máxima, la autopercepción de calidad de vida y el
control autonómico cardíaco no se vieron modificados tras el periodo de
confinamiento en la muestra de personas con esclerosis múltiple. Desde el punto
de vista meta-analítico, los programas de entrenamiento aeróbico provocaron una
mejora en la aptitud cardiorrespiratoria, en la capacidad funcional, en el
equilibrio y en la percepción de fatiga, mientras que los programas de
entrenamiento de fuerza condujeron a mejoras en la fuerza máxima isométrica, en
la capacidad funcional y en el equilibrio. Los resultados en cuanto a la dosis
óptima no fueron concluyentes. Por otro lado, el estudio de los efectos agudos del
entrenamiento vibratorio en condición de hipoxia y normoxia mostró que no
hubo diferencias entre condiciones tras la sesión de entrenamiento en la
activación voluntaria, la fuerza isométrica máxima, la capacidad funcional o el
equilibrio. Sin embargo, sí se encontraron disminuciones en la actividad muscular
tras la sesión de hipoxia en comparación a la de normoxia.
En cuanto a la validación de la velocidad de movimiento como un método
para estimar la intensidad, se encontró una relación lineal entre el método directo
de cálculo de la repetición máxima y la estimación de la repetición máxima a
través de la velocidad de movimiento en los ejercicios de prensa de piernas y press
de banca en población con esclerosis múltiple. Por último, el entrenamiento de
fuerza desarrollando la fase concéntrica a la máxima velocidad provocó mejoras
en la fuerza máxima, la ratio de fuerza desarrollada, la activación voluntaria, la
conducción neural, la capacidad funcional, la espasticidad, la autopercepción de
calidad de vida, la calidad del sueño y la percepción de fatiga y dolor en las
personas con esclerosis múltiple. Sin embargo, esta modalidad de entrenamiento
no condujo a mejoras en el control autonómico cardíaco, las propiedades
contráctiles del músculo o el equilibrio estático.
En conclusión, los resultados de la presente tesis doctoral subrayan los
efectos negativos del confinamiento sobre algunos de los principales signos y
síntomas de la esclerosis múltiple. Además, pone en valor la utilidad del ejercicio
físico, principalmente del entrenamiento aeróbico y de fuerza, para la mejora del
rendimiento neuromuscular y la calidad de vida en las personas que padecen esta
enfermedad neurológica. Por otra parte, se muestra que el entrenamiento
vibratorio en condición de hipoxia, de forma aguda, es un modo de
entrenamiento seguro en esta población. Además, se comprobó que la velocidad
de movimiento es un método válido para estimar la intensidad en los ejercicios de
fuerza en las personas con esclerosis múltiple. Por último, se pone de manifiesto
que el entrenamiento de fuerza desarrollando la fase concéntrica a la máxima
velocidad es un tipo de entrenamiento que aporta interesantes beneficios,
principalmente neuromusculares y funcionales, en esta población. | es |