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dc.contributor.advisorMartínez Pérez, Óscar
dc.contributor.advisorMartínez Cendán, Juan Pedro
dc.contributor.authorMorán Antolín, Eva María
dc.date.accessioned2024-01-24T12:38:29Z
dc.date.available2024-01-24T12:38:29Z
dc.date.created2024
dc.date.issued2024
dc.date.submitted2024-01-12
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/10952/7081
dc.description.abstractLa infección por el coronavirus SARS-CoV-2 ha generado una de las mayores emergencias sanitarias a nivel mundial y sigue estando activa. Las infecciones producidas por otros virus respiratorios se han asociado a complicaciones en el embarazo y parto, por lo que la pandemia por COVID-19 puede afectar a la salud reproductiva y perinatal, siendo las mujeres embarazadas un grupo prioritario de estudio. Al principio de la pandemia, no había consenso ni pautas específicas respecto al manejo del parto, con datos alarmantes de cesáreas y prematuridad. Necesitamos conocer cómo ha sido la atención del parto, los resultados obstétricos y neonatales durante la pandemia por la COVID-19 en España. Al analizar una población de mujeres embarazadas durante la primera y segunda olas pandémicas hace que el estudio se haya realizado en unas condiciones únicas, ya que no se disponía de vacunación ni se había descrito la reinfección. Para realizar una comparativa estandarizada, se ha descrito la clasificación de Robson de los casos y controles de la muestra, lo que permite analizar los grupos de mayor relevancia de cesáreas en estos periodos de la pandemia. - Analizar el manejo del parto realizado en las dos primeras olas pandémicas. - Describir las comorbilidades y factores de riesgo que han tenido una mayor asociación a la infección por SARS-CoV-2. - Estudiar las complicaciones obstétricas en las gestantes infectadas. - Especificar las complicaciones maternas y neonatales derivadas de la COVID-19. - Llevar a cabo la estandarización de las cesáreas según la clasificación Robson durante los periodos iniciales de la pandemia que nos permita identificar los grupos vulnerables. Se trata de un estudio observacional prospectivo en parte de casos y controles y en parte de cohorte, en el que participaron 79 hospitales españoles, con un total de 3275 embarazadas reclutadas, 1668 infectadas por COVID-19 y 1607 controles. El periodo de estudio comprende del 8 de marzo 2020 al 4 de noviembre 2020, correspondiendo a casi la totalidad de las dos primeras olas pandémicas por SARS-CoV-2 en España. La prueba diagnóstica empleada fue la detección de ARN viral de SARSCoV-2 mediante la técnica de la Reacción en Cadena de la Transcriptasa Inversa de la Polimerasa (RT-PCR), que se realizó ante sospecha clínica de infección o en el screening universal en el momento del ingreso en la sala de partos, implantado a partir del 1 de abril del 2020. Se consideró como caso a toda embarazada con infección por SARS-CoV-2 confirmada mediante PCR en cualquier momento de la gestación siguiendo el protocolo de toma de muestras establecido en cada centro, mayor de edad, capacitada y previo consentimiento. Se consideró control a toda embarazada que no había dado nunca positivo y que tuvo un resultado negativo para la infección por SARS-CoV-2 en el test de cribado mediante PCR en el momento del ingreso. La elección del control se realizó tras un parto o cesárea de un caso producido en el mismo día o en el posterior, y previo consentimiento. En el análisis realizado en esta Tesis no se ha tenido en cuenta el emparejamiento entre casos y controles. Se analizaron variables relacionadas con características demográficas, factores de riesgo y comorbilidades, los resultados obstétricos, inicio y tipo de parto, los resultados maternos y neonatales, así como la gravedad clínica de la COVID-19 en las gestantes infectadas. La infección por SARS-CoV-2 con cualquier sintomatología aumenta el riesgo de parto inducido y en la clínica leve o grave aumenta el riesgo de cesárea programada. Los partos eutócicos han aumentado en la segunda ola respecto de la primera, a expensas de una disminución en los partos instrumentales y cesáreas, lo que se traduce en un menor intervencionismo. La edad materna avanzada (>40 años) y la etnia no blanca presentan de forma significativa más riesgo de infección por SARS-CoV-2, en especial de forma más grave para las gestantes mayores de 31 años y las etnias latina y asiática. Las enfermedades pulmonares crónicas tienen de forma significativa más riesgo de enfermedad leve, sin implicar una mayor predisposición a la infección por SARS-CoV-2. Se ha observado un incremento significativo en el diagnóstico de muertes fetales anteparto en las gestantes con clínica leve o asintomática, mientras que el retraso del crecimiento intrauterino se incrementó en las asintomáticas. Sólo la infección periparto incrementa de forma significativa el riesgo de RPM. La infección por SARS-CoV-2 no incrementó el riesgo de RPM. La SARS-CoV-2 no tuvo influencia significativa en el desarrollo de preeclampsia aunque (en las pacientes que ya habían sido diagnosticadas de preeclampsia) la enfermedad severa incrementó el riesgo de presentar criterios de gravedad. La infección por SARS-CoV-2 durante el embarazo se asoció a prematuridad, posiblemente ocasionada por yatrogenia. Las inducciones del parto y la realización de cesáreas programadas se incrementaron en las gestantes infectadas. Las pacientes graves presentaron más eventos trombóticos y un mayor ingreso en UCI. Los hijos de madres infectadas ingresaron más en UCIN, y en el caso de las infectadas asintomáticas su peso fue más bajo. La COVID-19 no tuvo ninguna influencia en las cesáreas realizadas en el grupo 2 de Robson, mientras que la infección materna grave aumentó de forma significativa las cesáreas en los grupos 4 y 10, para el diagnóstico anteparto y periparto, respectivamente. Un mayor conocimiento de la enfermedad producida por el SARS-CoV-2 ha permitido realizar un manejo más conservador, incluso en las gestantes con mayor gravedad clínica, reduciéndose el número de cesáreas a expensas de un incremento en los partos eutócicos en la segunda ola pandémica. Las características demográficas han tenido gran influencia en el riesgo y gravedad de la infección. La COVID-19 en el embarazo puede favorecer resultados perinatales adversos con un mayor número de ingresos maternos y neonatales en UCI. La estandarización por Grupos de Robson durante la pandemia ha permitido identificar los grupos de gestantes más vulnerables a finalizar el embarazo mediante cesárea, siendo posible realizar una comparativa entre diferentes centros sanitarios que favorezca la aplicación de nuevas estrategias para futuras situaciones de emergencia sanitaria.es
dc.language.isoeses
dc.rightsAttribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacional*
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/*
dc.subjectSARS-CoV-2es
dc.subjectEmbarazoes
dc.subjectPartoes
dc.subjectCesáreaes
dc.subjectPreeclampsiaes
dc.subjectPrematuridades
dc.subjectFeto muerto antepartoes
dc.subjectRotura prematura de membranases
dc.subjectEventos trombóticoses
dc.subjectBajo peso neonatales
dc.subjectUCIes
dc.subjectGrupos de Robsones
dc.titleSARS-CoV2 y embarazo. Análisis de variables obstetricias y parto durante la pandemia en Españaes
dc.typedoctoralThesises
dc.rights.accessRightsopenAccesses
dc.description.disciplineMedicinaes


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