dc.description.abstract | En los últimos 40 años la odontología ha experimentado un avance sin
precedentes que podemos observar en el desarrollo de nuevos materiales,
evolución de técnicas y métodos, aparición de elementos diagnósticos más precisos
o nuevas alternativas de tratamiento para aquellas personas a quienes las opciones
terapéuticas tradicionales no puedan darle solución, ya sea por las limitaciones de
éstas o por las exigencias propias del paciente.
Paralelamente al avance de la odontología, el notable aumento en la esperanza
de vida y el estado de bienestar hace que cada vez contemos con más personas
mayores dentro de los demandantes de tratamientos odontológicos de calidad,
lo que desafía los límites de la ciencia, los materiales y las técnicas empleadas.
De las soluciones propuestas para ello el avance más notorio se ha dado en la
implantología, lo que ha permitido reponer piezas dentarias perdidas, a la vez que
frena el proceso de reabsorción del hueso.
Pero la colocación de implantes dentales debe sortear serios desafíos
anatómicos para poder ser insertados, tales como la pérdida de volumen óseo o
la pneumatización del seno maxilar, entre otros. Obstáculos que han tenido como
consecuencia la aparición de implantes cortos, el uso de arbotantes anatómicos,
injertos óseos o el desarrollo de técnicas de elevación sinusal o sinus lift, que llevan
los límites anatómicos de inserción más allá del hueso alveolar.
El concepto de sinus lift se basa en aprovechar el espacio que deja el seno
maxilar pneumatizado después de perder piezas dentales para colocarle un relleno
óseo y crear el lecho donde poner implantes. Así, ¿cómo saber si este seno maxilar
está realmente pneumatizado? Que sepamos a día de hoy no existe una clasificación
de pneumatización en condiciones de normalidad.
El propósito de este trabajo es obtener un coeficiente de normalidad de la pneumatización del seno maxilar.
Con ese objetivo analizamos 100 ortopantomografías de personas sanas
con edades comprendidas entre 18 y 25 años, sobre las que tomamos dos medidas
verticales a partir de establecer 3 puntos en cada lado de la cara: una primera
medida que permanece inalterable con la edad y otra que varía con los cambios
que se produzcan en el piso del seno maxilar.
A partir de la división de la segunda medida sobre la primera obtuvimos un
coeficiente sobre personas sanas con sus piezas sinusales intactas, que denominamos
coeficiente de normalidad.
El resultado de este trabajo arrojó una media para nuestro coeficiente
PromedioPn de 0,4317 con una desviación típica de 0,1353.
Con respecto a las variables que analizamos -sexo, lado de la cara, respiración
bucal y ortodoncia previa-, no hemos encontrado diferencias estadísticamente
significativas respecto al coeficiente de normalidad.
A partir de este trabajo será posible discernir entre seno maxilar pneumatizado
o no con una simple ortopantomografía y ayudar a aquellos profesionales que
planifiquen intervenciones que involucren el seno maxilar o las estructuras
adyacentes.
Además, consideramos preciso realizar más estudios desarrollados a partir
de este para estudiar las posibles variaciones con la edad o las relaciones con
los procesos fisiológicos o patológicos que puedan modificar este coeficiente de
normalidad de pneumatización del seno maxilar. | es |