dc.description.abstract | La enfermedad de Parkinson representa el segundo trastorno neurodegenerativo, situándose por detrás de la enfermedad de Alzheimer. El riesgo de padecerla aumenta con la edad, y dado que la esperanza de vida media está en ascenso en las sociedades desarrolladas, estudios revelan que el impacto económico y de salud pública de esta enfermedad aumenta a medida que la población envejece.
Se ha realizado un estudio observacional, descriptivo, transversal y multicéntrico a personas diagnosticadas con la enfermedad de Parkinson adscritas a las diferentes asociaciones encuadradas en la Federación de Asociaciones de Parkinson de la Región de Murcia (FEPAMUR) y oficinas de farmacia de la región con el fin de dar respuesta al análisis estadístico de distintas variables. Entre ellas cabe destacar la adherencia al tratamiento a través del test de Morisky-Green-Levine y el test de Hermes. Otras de las variables que se han estudiado son la calidad de vida, el estado de salud y la satisfacción del paciente con el tratamiento empleando el cuestionario PDQ-39, EuroQol-5D y el Treatment Satisfaction With Medicines Questionnaire (SATMED-Q).
Como resultados generales se aprecia una mayor cantidad de pacientes de sexo femenino con una edad media de 70 años y un consumo medio de 3 fármacos empleados para el tratamiento de esta enfermedad. Atendiendo a la adherencia al tratamiento, aplicado el test de Morisky-Green, se obtiene que un 64% de los pacientes presentan una baja adherencia, frente al 21% de los pacientes que se sitúan en una adherencia media y un 15% de pacientes con una adherencia muy alta. Por otro lado, en función del test de Hermes, se obtiene que el 74% de los pacientes se muestran no adherentes frente al 26% que son adherentes.
Es importante identificar propuestas y acciones que impulsar en el proceso de prescripción, dispensación y seguimiento del tratamiento con el fin de favorecer la adherencia a este. Además, se hace necesario llevar un plan de cuidados al paciente con el fin de que su calidad de vida y estado de salud se vean lo menos comprometidos posible por la enfermedad. Es fundamental que los profesionales sanitarios apliquen, de manera individualizada, un tratamiento ajustado a las necesidades de cada paciente con el fin de evitar interacciones entre el resto de los medicamentos, siendo la levodopa el más empleado para tratar esta enfermedad. | es |